Narrar hechos para transmitirlos al lector —hechos que probablemente desconozca— no es tarea fácil. Tal vez sea ahora cuando utilizamos la palabra escrita más que nunca. No existen fórmulas mágicas más allá de una dedicación y práctica constantes, pacientes y cuidadas, pero sí te podemos dar unos cuantos consejos para escribir. A escribir se aprende, sobre todo, escribiendo. Y eso es a lo que dedicaremos una parte importante de nuestro curso de Escritura de no ficción.

Pon cómodo al lector y hazle disfrutar

Por MÓNICA SOLANAS | @monicontomate

1. Escribir ayuda a pensar. Y para pensar, un papel y un boli son dos buenas herramientas. Así que no estaría de más tomarse un tiempo de reflexión para meditar lo que quieres contar. Piensa en abstracto y haz listas de ideas. No las desarrolles, solo anótalas. Deja que fluyan, que unas ideas generen otras.

2. Se flexible y plantéate esas mismas ideas desde otras perspectivas: (casi) todo ha sido contado, pero puede hacerse desde puntos de vista novedosos. Eso le proporcionará originalidad. Profundiza y analiza esos nuevos planteamientos, y hazlo de manera minuciosa. Documentarte ayudará también a ir calentando los motores.

3. Escribir es reescribir. No te enfrentes a tus textos como si fueran la pieza final. ¡Nadie más que tú va a leerlo hasta que quieras mostrarlo! Así que haz borradores, desarrolla ideas de la manera que te sea más cómoda, empieza por el punto de la narración que tú quieras. Para eso son los borradores, para escribir, reescribir, retocar, releer y seguir escribiendo.

4. Utiliza los borradores para acotar el objetivo de aquello que quieres contar: la idea transversal que dará unidad y sentido; el orden expositivo; la estructura; la extensión. Organizarte el tiempo te ayudará. ¡No puedes hacerlo todo a la vez! Puedes empezar recopilando la información, la que ya tienes y la que te falta. Eso te dará el tiempo de reflexión necesario para acabar de aclararte y no caer en la trampa de escribir compulsivamente.

5. No podemos contarlo todo. Por eso es importante fijar tu objetivo, la idea central que quieres transmitir. Y no perderla de vista, tampoco mientras estés recabando los datos que necesitas. Hay muchos matices, muchísimos temas interesantes con los que vas a cruzarte: No hay que desdeñarlos, pero sí guardarlos en la carpeta de proyectos futuros.

6. Da forma y sentido a tu texto. Más consejos para escribir mejor. Ordena las ideas y arguméntalas a lo largo de los párrafos. No repitas conceptos porque solo conseguirás hacer una pieza espesa y aburrida. Empieza con la idea principal y a partir de ella organiza el contenido que la consolida. Utiliza una lógica narrativa que permita al lector no perderse, que al acabar de leer tenga una imagen global y certera de lo que le has explicado.

7. «Escribir es hablar por escrito». Y quien te lea tiene que entenderte a través de tu texto, porque no vas a estar allí para aclararle nada. Utiliza un lenguaje accesible. Explica de manera sencilla y detallada aquello que sea complejo. Introdúcele en el tema poco a poco y, si el contenido lo requiere, proporciónale al final un breve resumen de lo más importante.

8. Revisa tu texto final con atención. Comprueba que se entiende, que es claro, que no hay repeticiones, que el orden es el adecuado, que la extensión y el orden de los párrafos es el correcto. Que tu exposición sea clara y concisa. Elimina todo lo que no aporta nada, lo que sobra. No olvides que menos es más. ¿Y que no escribes para ti!

9. Dale una imagen pulcra a tu pieza. Eso facilitará la lectura. Títulos, subtítulos, destacados, enlaces, negritas, listas numeradas: marca tu texto de manera que lo importante esté señalado. Eso hará que el lector transite por él como si estuviera dando un agradable paseo.

10. Deja reposar el texto final. Te facilitará el trabajo cuando hagas la última lectura de comprobación. Palabras repetidas, puntuaciones incorrectas, orden de las frases, armonía entre los párrafos: cuanto más tiempo dejes a ese reposo más aguda y certera será la corrección, porque tendrás la mente más fresca. Y recuerda que cuatro ojos ven más que dos. Si tienes posibilidad de hacerlo, pídele a alguien de tu entorno que lo lea. ¡Y que sea crítico en sus comentarios posteriores!

Si te han gustado nuestros consejos para escribir sin aburrir, échale un vistazo al curso de Escritura de no ficción que hemos preparado para ti. ¡Quedan pocas plazas!