“La historia la escriben los vencedores”. Y en esta sociedad patriarcal, las mujeres han sido ―y siguen siendo― relegadas. Investigadoras, guerrilleras, modistas, cocineras, científicas, escritoras, artesanas, costureras, artistas, políticas: grandes figuras en sus respectivos campos que han sido relegadas. En nuestro curso de Fotoperiodismo Libre hablamos también de mujeres fotoperiodistas imprescindibles que han documentado nuestro mundo con una mirada crítica y aguda.
Fotógrafas, muchas veces silenciadas por la historia, que han establecido las bases de la fotografía
Por MÓNICA SOLANAS | @monicontomate
Leila Aloui: la retratista de los invisibles
Leila Aloui cargó un estudio fotográfico portátil y recorrió Marruecos para poner rostro a sus habitantes. Muchos de ellos, sus compatriotas, jamás se habían puesto frente a una cámara. Los invisibles. Nació en París, pero fue con ellos con quienes compartió su infancia en Marrakech. Estudió fotografía en Nueva York. Hizo trabajos para el New York Times y Vogue. Sus fotografías habían estado expuestas en ciudades como París, Beirut, Sevilla, Buenos Aires, Amsterdam o Dubai.
Activista por los Derechos Humanos, Aloui agitaba conciencias con sus fotografías. Tal vez por eso viajó a Burkina Faso en enero de 2016: iba a colaborar con Amnistía Internacional en un reportaje sobre los matrimonios forzosos. Habló con muchas jóvenes, pero no pudo terminar su trabajo. El día 15, fue víctima de un atentado del grupo yihadista Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Murió tres días más tarde.
Nos queda sus trabajos, “que muestran a las personas con gran autonomía y elegancia, y reflejan el orgullo y la dignidad de cada individuo”.
Zanele Muholi: la activista contra los crímenes homófobos y de odio
Zanele Muholi, sudafricana y LGTBI, dedica su trabajo como mujer fotoperiodista a acabar con estereotipos y tabúes sobre las relaciones homosexuales y la sexualidad de las mujeres negras. De hecho, es la única que ha señalado que “las prácticas sexuales lésbicas no son tan ajenas a la cultura africana como se cree”. Con sus trabajos fotográficos ha colaborado en conferencias y exposiciones que tratan los temas de género, visualidad, sexualidad y sociedad.
Es cofundadora de FEW (Forum for the Empowerment of Women), una organización de mujeres negras lesbianas que apoya la capacitación de mujeres desempleadas y de áreas rurales.
Muholi ha señalado y denunciado crímenes de odio, matanzas y las múltiples formas de violencia que su colectivo sigue sufriendo hoy. Investigó y se documentó para sacar a la luz pública casos de violaciones en el marco de los delitos homófobos y de odio.
Natalia Baquedano: la retratista de la calidez femenina
Hubo otras antes que ella, pero la queretana Natalia Baquedano fue una de las primeras fotógrafas que abrió su propio estudio en México. Estudió artes plásticas en la Academia de San Carlos: seguramente esto influyó para que trabajara algunas de sus imágenes como collages, en los que yuxtaponía flores y dibujos ornamentales.
Pero, sobre todo, Baquedano hizo retratos. Retratos de su familia, en especial de su hermana Clemencia, que la crítica mexicana Raquel Tiboll ha definido como “una biografía visual” que “avanzó el concepto de secuencia”. Y retratos de mujeres «comunes y corrientes», por las que sentía absoluta predilección. Imágenes que, al contrario de los trabajos de la época, eran cálidos, naturales, llenos de viveza y movimiento.
Ahlam Shibli: la recolectora de los despojados coloniales
Esta fotoperiodista nació en 1970 en Palestina, donde vive y trabaja. En sus fotografías muestra la pérdida del hogar y la lucha por evitarlo. Pero también las barreras y condiciones que el concepto de casa implica en los individuos y las comunidades, determinadas por “la política de la identidad represiva”.
Shibli establece este diálogo de contradicciones a través de la exclusión social, nacional, política; la desposesión y la expulsión; el rechazo y la no pertenencia; la alienación sociosexual; la privación familiar y la muerte. También con la conexión entre ciudadano y extranjero, víctima y agresor, vivo y muerto.
Con sus imágenes habla, entre otros muchos temas, de los refugiados, de los colonos, de los emigrantes; de la reorganización individual y colectiva; de la memoria de los que murieron luchando contra la ocupación israelí, de quienes mantienen viva esa memoria.
Piedad Isla: la documentalista independiente de la España rural del franquismo
Piedad Isla dedicó toda su vida a la fotografía. Sus estudios de etnología y una curiosidad inagotable le ayudaron sin duda a construir la memoria en imágenes de una época. Sus crónicas fotográficas están llenas de vitalidad y nostalgia, de frescura y autenticidad; son un homenaje a sus vecinos, a sus mayores, a los más pequeños y a la tierra que la vio nacer.
En 1980 inauguró el Museo Etnográfico en Cervera de Pisuerga, localidad en la que nació en septiembre de 1926; el museo alberga una exposición permanente de más de 300 de sus fotografías de esta mujer fotoperiodista. Su colección de imágenes es “el único testimonio que tenemos para enseñar a las nuevas generaciones atrapadas por la telefonía móvil e Internet que los rostros arrugados de los antepasados no respondían al azar, sino que evidenciaban las dificultades de una vida austera, los sacrificios de la gente que no tenía nada, salvo la ilusión de vivir, de tener una meta y un pequeño sueño que cumplir.”
Desde 2009, año en el que Isla murió, la Diputación de Palencia convoca el Premio Nacional de Fotografía “Piedad Isla”, como reconocimiento a su recorrido vital.
Hemeoteca: Más historias de mujeres fotoperiodistas. En nuestra antigua web os hablamos también de Alice Austen, Vivian Maier y Joana Biarnés.