El Pati Llimona, centro cívico que alberga a nuestra escuela desde hace pocos meses, ha cumplido un cuarto de siglo de vida. Propusimos a nuestro alumnado del curso de Fotoperiodismo Libre que realizara una crónica del evento. Contaron con la ayuda de los cursos de Cine Documental, Iniciación a la fotografía y Fotografía Profesional.

EL grupo de batucada Sambao recorre las calles del barrio Gótico durante la celebración del 25 aniversario del Cenro Cívico Pati Llimona. Foto: María Chamón

El grupo de batucada Sambao recorre las calles del Barrio Gótico durante la celebración del 25 aniversario del Centro Cívico Pati Llimona| Foto: MARÍA CHAMÓN

El pasado 5 de noviembre se celebró en pleno Barrio Gótico de Barcelona una fiesta para conmemorar el 25 aniversario de una de las entidades más importantes de la ciudad. En sus 1900 m2, el Pati Llimona alberga una variada oferta formativa y de ocio que ronda los 100 talleres. Sus especialidades son la fotografía, el audiovisual y la palabra. Aunque puedes disfrutar también de otras opciones más lúdicas como la Zumba, aprender a restaurar tus propios muebles o acercarte al exotismo de la cocina nipona a través del curso de dulces japoneses.

Tras 25 años de vida, podemos afirmar que el centro se ha convertido en un referente para las familias del barrio. Desde la calle Regomir, por cuyo asfalto pasean hordas de turistas, encontramos un callejón que esconde la magia de un claustro al aire libre, rodeado de balcones, ropa tendida y piedras que rebosan historia. Ya estamos en el Pati Llimona, y es en ese pequeño patio donde nos sentimos como en el de nuestra casa. Sin duda, como decía la canción de infancia, es particular.

Una fiesta en la calle: del barrio y para el barrio

Por MARÍA CHAMÓN | @SrtaChamon

La asociación Dit i Fet ofrece chocolate y galletas a los asistentes al 25 aniversario del Pati Llimona

La asociación Dit i Fet ofrece chocolate y galletas a los asistentes al 25 aniversario del Pati Llimona | Foto: PAULINA POLKOWSKA

Bien temprano, la Asociación Dit i Fet, otra histórica del Gótico, nos ofrece un desayuno bien calentito para coger energía y calentar motores. Rosa Llopis, una de sus trabajadoras, nos cuenta que el señor que maneja el cucharón y sirve vasitos de chocolate al público vive en una comunidad que acoge, desde hace 30 años, a personas sin hogar en riesgo de exclusión social.

En la plaza Regomir se aprecia un goteo constante de familias con niños. Mayores y pequeños se distraen con la oferta de juegos que varias asociaciones dedicadas al ocio han preparado para ellos. Una estas, Joc viu, ofrece juegos y demás actividades en un servicio que ellos definen como Temps per tu, con el objetivo de conciliar la vida familiar, personal y laboral, de familias con hijos con discapacidad. Ellos son los encargados de pintar las caras de los más pequeños, convirtiendo este evento en una verdadera fiesta de piratas, mariposas y flores de colores.

dos niñas juegan en las actividades preparadas por la Asociación Joc Viu para celebrar los 25 años del Pati Llimona. Foto: Nacho Tudela

Dos niñas juegan en las actividades preparadas por la Asociación Joc Viu para celebrar los 25 años del Pati Llimona. | Foto: NACHO TUDELA

Y como 25 años no se cumplen todos los días, la organización del centro decidió que habría que celebrarlo con un poco de ruido. ¡Qué se entere todo el barrio de que estamos de cumpleaños! Y por supuesto, están todos invitados a soplar las velas. Tras los juegos y el desayuno, empieza el pasacalles. Amenizada por el joven grupo de percusión Sambao y un grupo de niñas subidas a unas zancas de vértigo, la fiesta se metió al barrio en el bolsillo y despertó a los más dormilones, obligándoles a salir al balcón para comprobar, una vez más, lo que ya saben: por las calles del Gótico cualquier cosa es posible.

Samba y zancos llenaron las calles del Barrio Gótico de alegría durante la celebración del Centro Cívico Pati Llimona. Foto: Annalea Stecanella

Samba y zancos llenaron las calles del Barrio Gótico de alegría durante la celebración. | Foto: ANNALEA STECANELLA

La agrupación de zancos y malabares en el pasacalles por el Barrio Gótico Foto: Judit Domingo

La agrupación de zancos y malabares en el pasacalles por el Barrio Gótico | Foto: JUDIT DOMINGO

Vecinos y turistas curiosos ocuparon balcones, llenaron las calles y atraparon con sus móviles cientos de instantáneas para retener la vida que se respira en la calle. Algunos, los más entrometidos, acercaban sus cámaras de vídeo pegadas a un palo extensible para conseguir la imagen desde muy cerca.

Pero el Pati Llimona no sólo es ocio, es también una fuente de historia. Desde que se hizo la ampliación del centro, en el año 2012, quedaron al descubierto 17 metros de murallas romanas que se pueden visitar junto a las ruinas restauradas. Como decían algunos, en Barcelona no se puede excavar el suelo sin que salgan restos de la época que llenó de esplendor y de cultura a la ciudad.

Recorrido por la muralla romana que se encuentra dentro del edificio del Centro Cívico Pati Llimona. Foto: Judit Domingo

Recorrido por la muralla romana que se encuentra dentro del edificio del Centro Cívico Pati Llimona. | Foto: JUDIT DOMINGO

No nos podíamos ir a casa a comer sin mover un poco más el esqueleto así que, para rematar la mañana, la marcha de Zumba contagió a los pequeñajos que obligaban a sus padres a seguir los pasos de unas coreografías imposibles.

En definitiva, una fiesta redonda, donde quedó bien claro que el Pati Llimona es del barrio y para el barrio. ¡Por otros 25 años más!

Pequeños y grandes terminaron la fiesta a ritmo de zumba en el Pati Llimona

Pequeños y grandes terminaron la fiesta a ritmo de zumba en el Pati Llimona | Foto: MÓNICA VILLANUEVA

Cabaret Canalla y una tarde dedicada a la fotografía

'La chica Ye yé' y las mujeres del Cabaret Canalla | Foto: MAR JOANIQUET

‘La chica Ye yé’ y las mujeres del Cabaret Canalla | Foto: MAR JOANIQUET

Las mujeres del colectivo Al-Hanan sorprendieron al público con su tremenda fuerza interpretando copla, la chica Ye-yé o poemas cubanos en una fiesta donde la improvisación y el pasárselo bien era el verdadero protagonista. La tarde se centró en la fotografía, especialidad actual del Centre Cívic: un nuevo Pic Sharing (encuentro donde aficionados a la fotografía pueden exponer y compartir sus últimas creaciones) y una entrevista a dos artistas invitados que llevan años reflexionando sobre el turismo masivo en la ciudad.

Marco Panzetii

Marco Panzetti y la «Libertad guiando al pueblo», de la que habló en la visita guiada a su exposición «We are not going back» | Foto: JULIO IZQUIERDO