Sergi Bernal, el retratista que desenterró un silencio

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[Desenterrando el silencio] Antonio Benaiges, el maestro que prometió el mar (Blume) es una obra escrita a tres manos e ilustrada con la magia de un objetivo. Queralt Solé, Francesc Escribano y Francisco Ferrándiz reconstruyen con sus palabras una historia silenciada. Sergi Bernal congela instantes presentes de la búsqueda de esa historia pasada. Lo que empezó siendo un proyecto fotográfico ha dado pie a una exposición que ha recorrido muchas salas, el libro [Desenterrando el silencio] y un documental, El retratista, que verá la luz el próximo mes de octubre gracias a Bernal y a Alberto Bougleux. | Por MÓNICA SOLANAS

Bernal sostiene una de las publicaciones que el maestro Antoni Benaiges realizaba con su alumnado | Foto: AITOR FERNÁNDEZ

«Ésta es la historia de una promesa incumplida…»

El periodista Francesc Escribano inicia su relato, un relato que da voz a un silencio: el de Antoni Benaiges Nogués. Antoni era maestro en Bañuelos de Bureba. Lo fue durante dos años: hasta el 25 de julio de 1936. Seis días antes treinta hombres, 30 falangistas, llegan al pueblo. Queman el material de la escuela; registran las casas de los vecinos buscando más material; escarban en sus listas hasta encontrar a los amigos del maestro… Y les detienen. También a Antoni. Y le torturan, le arrancan los dientes, le pasean medio desnudo por el pueblo. Le fusilan. Le asesinan lejos de las miradas, como a todos. Le tiran a un hoyo, como a tantos…

La historia de una promesa incumplida… La promesa era el mar. Pero la promesa también era Antoni. Y una labor pedagógica. Y la dignidad de una generación, de dos, de tres. La promesa era la libertad…

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Los facistas arrancaron los dientes al maestro Benaiges y lo pasearon desnudo por el pueblo antes de fusilarlo»[/four_columns]

El nacimiento de una historia a pie de fosa

Vuelvo al lugar donde conocí a Sergi Bernal, el Pati Llimona en Barcelona. En aquella ocasión fue con motivo de la inauguración de una exposición fotográfica. Ahora nos encontramos para charlar; para que me cuente, nos cuente, una historia que empezó siendo un trabajo puntual y ha acabado en una exposición fotográfica, un libro y un documental. Un “rompecabezas” en el que aún no están encajadas todas las piezas.

“Mi objetivo era ver todas las fases de exhumación de una fosa de asesinados en el 36. Me interesaba por motivaciones políticas. Podía ir al Ebro, que está lleno de víctimas en combate. Pero quería víctimas de la represión política, asesinados por unas ideas políticas.” Sergi Bernal llegó a La Pedraja a través de la revista Sapiens. “Hace ya años que quería fotografiar las fosas que hay en el Pallars, pero esas fosas no se abren. Las familias no se organizan; parece que hay unas cien personas, y esas fosas no se abren”. Y en la revista leyó que el FC Barcelona había pagado para recuperar los restos de Josep Sunyol, diputado por ERC y presidente del Club hasta el 6 de agosto de 1936, fecha en la que fue fusilado por los franquistas en Guadarrama. “Pensé que si ellos iban a exhumar me ayudarían a llegar hasta una de las fosas”. Se puso en contacto con Queralt Solé, que a su vez le conectó con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. “Fue Jimi Jiménez quien me llevó a La Pedraja. Ya me avisó que creían que se trataba de una fosa muy grande”. Y el verano de 2010 Bernal pasó 10 días haciendo fotos y entrevistas en la fosa de la provincia de Burgos. “También quería retratar el tema de las otras víctimas: los familiares; la falta de duelo, la ausencia del familiar…”

Nadie de los que trabajaban en La Pedraja sabía de la existencia de Antoni Benaiges. Sergi se marchó de La Pedraja un sábado por la mañana; aquella misma tarde Antonio García, un vecino de Bañuelos de Bureba que pasaba unos días de vacaciones se acercó a la fosa. “Aquí está el maestro del pueblo”. Había poca gente, las labores de exhumación ya habían terminado, y Ferrándiz estuvo charlando con Antonio. “Le dijo a Paco que le acompañara al pueblo, porque tenía mucho material del maestro”. Antonio García le enseñó unos cuadernos, impresos entre 1934 y 1936, por los mismos alumnos de la escuela de Bañuelos. Son una descripción de la vida del pueblo. Antoni Benaiges llegó a un pueblo de algo más de 200 habitantes para implantar un sistema pedagógico novedoso: la técnica Frainet. Y para ello llevó una imprenta que utilizaban los alumnos para imprimir sus historias, para que «aprendiesen experimentando». “Una imprenta para que los niños hablen de temas libres, de sus cosas, con sus preguntas, sus reflexiones, sus juegos, sus historias… De alguna manera devolvió la dignidad a esos niños, les dio la posibilidad de volver a ser niños y de continuar siéndolo”.

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]«Aquí está el maestro del pueblo», señaló un vecino de Bañuelos hacia el final de la exhumación«[/four_columns]

“Esta historia nace a pie de fosa.” A Sergi le avisaron del testimonio de Antonio García dos días después. Su primera reacción fue hacer una búsqueda en google; “encontré un blog mexicano en el que se explicaban unas cosas increíbles. Cuando las leí me emocioné. Y me dije que entre todos esos huesos acababa de encontrar una historia increíble”.

El asesinato de una promesa

“A principios de los años 90 la Universidad de Burgos publica el libro La purga del magisterio nacional en la provincia de Burgos; el nombre de Antonio no aparece en el listado de los desaparecidos. En otro libro, Capital de la cruzada: Burgos durante la Guerra Civil Española, aparece una entrevista a Rafael Martínez, un vecino de Briviesca, en la que explica el asesinato del maestro de Bañuelos de Bureba, aunque no recuerda su nombre”. Antoni Benaiges fue asesinado el 25 de julio de 1936. En esa fecha ya había terminado las clases. Así que la conclusión es que “estaba esperando el final de la cosecha para llevar a todos los niños de la escuela a una finca familiar en Mont-roig con el único fin de que vieran el mar. Cuando vi esto pensé que era increíble, una metáfora de la libertad, de ver el mar…”. No pudo cumplirla.

El maestro esperaba que acabaran los trabajos de cosecha para cumplir una promesa que le había hecho a sus alumnos: llevarlos a ver el mar. | Foto: SERGI BERNAL

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Tres años después de la tortura y el asesinato de Benaiges, se le inhabilitó como maestro«[/four_columns]

Sus restos han descansado en una fosa común durante 74 años. Abrir la fosa desencadenó que las pequeñas memorias que seguían vivas se unieran en una sola: los recuerdos de los exalumnos de Bañuelos y Briviescas; los amigos de México con los que intercambiaba los cuadernos, su familia de Mont-roig del Camp y aquella caja que contenía 13 cuadernos y algunas fotos… Y una carta publicada en el Butlletí del Comitè de Defensa Local de Vilanova i la Geltrú el 10 de noviembre de 1936. Demetrio Sáez, vecino de Bañuelos y amigo de Antonio, quiso comunicar a los amigos del maestro en Vilanova la noticia de su asesinato y para que ellos mismos lo comunicaran a su madre. En la carta aparecía detallado quiénes eran los verdugos, así como la fecha y el lugar del asesinato. “Es un testimonio brutal, tan solo tiene meses. Una carta manuscrita de un adulto que sabía esos datos”.

“Estuvimos presentando el libro en la Universidad de Valladolid, de donde salieron todos los archivos de depuración. Antonio Benaiges es torturado, machacado, asesinado; enterrado en un lugar sin nombre para que no se sepa dónde está. Tres años después se le inhabilita como maestro y se le quita del cargo de maestro. En el archivo de Alcalá de Henares está su expediente y es alucinante”.

Verdad, justicia y reparación: el momento de los homenajes

“Creo que la figura de Benaiges está bastante recuperada. Poco a poco vamos haciendo muchas cosas”. La figura de este maestro, militante del PSOE, ha recibido diferentes homenajes: del Memorial Democràtic; en Briviescas; en Valladolid; en Zaragoza; en Mataró; en Bañuelos de Bureba; a finales de este mes en Mont-roig del Camp. Incluso en México: “Los maestros que se exiliaron allí montaron una escuela Freinet que hoy en día sigue en activo. Desde los años 40 imprimen estos cuadernos; en la primera página ponen el nombre de Antonio Benaiges, como el primer mártir de la técnica. Su nombre ocupa un espacio que para una escuela es muy importante”.

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Lo que en principio iba a ser una exposición fotográfica acabará siendo un documental que repare la memoria de Benaiges. Los recursos han salido de la sociedad civil«[/four_columns]

Del libro [Desenterrando el silencio] ya se ha hecho una reedición, “¡Tengo material para ampliarlo!”, dice Sergi Bernal entre risas. Y el documental El retratista: han mantenido el mismo nombre que uno de los cuadernillos editados por los alumnos de Antoni. “De alguna manera, estamos haciendo un refundido. Empieza conmigo, que aparezco en La Pedraja por casualidad y busco. Cada vez aparezco menos, sale menos fosa; y cada vez salen más niños. También fuimos a la escuela de México a grabar”.

Luego están los proyectos. “Primero una exposición fotográfica. Es muy difícil reflejar la Memoria, por eso busco fotos potentes, que conmuevan”. Lo peor en estas iniciativas son las ayudas económicas. “Si no hay un duro de la administración es la sociedad civil la que te ayuda. Si les tocas la fibra, ayudan. […] Yo tenía un proyecto potente entre las manos, pero no me planteaba publicar un libro para nada. Siempre hago exposiciones fotográficas”. El premio de 1.200 euros que le concedieron con la beca de Can Basté le sirvió para pagar su viaje a Burgos.

Una de las exposiciones que más han impactado de Sergi es la que montaron el la biblioteca de Tordera: “Cuando llegué a aquel auditorio, en el que habían puesto toda aquella tierra, que se olía a campo, todo negro, incluso colocaron plantas, pusieron palas y carros… Fue emocionante”. Los recursos son escasos, pero algunos se toman estas iniciativas con muchas ganas. “Muchos solo quieren cerrar sus agendas, y no hacen ni difusión”.

Benaiges, el maestro que enseñaba a los niños a pensar

“Hemos contactado con muchos de sus exalumnos, pero la mayoría están muertos”. Las historias impresas en esos cuadernos reflejan cómo el maestro debía casi pelearse con los padres para “que los niños fuesen a la escuela y no a pastar ganado o hacer de labrador”. Lo importante es la concepción, las técnicas de renovación pedagógica para aquel momento. “El primer ministro republicano de Instrucción Pública y Bellas Artes de España, Marcel.lí Domingo, fue quien impulsó estas técnicas. Significó una fractura total con lo que se hacía hasta el momento”. Su concepción es que el niño puede llegar a enseñarles más a ellos que al revés.

“Pensé que a través de la figura de Benaiges podría tratar la represión tan grande que sufrieron los maestros, porque fue uno de los colectivos más represaliados”. En la proclamación de la República, “Antonio tenían muy claro que querían hacer un país moderno, y eso empezaba con la educación”. Eso implicaba que esta llegase a los lugares más recónditos. Y eso hizo que muchos maestros llegasen a aldeas, de manera militante. “En la República, el ciudadano número uno era el maestro”.

El fotógrafo Sergi Bernal | Foto: AITOR FERNÁNDEZ

Víctimas del franquismo, víctimas de la democracia

Bernal lo expresa con contundencia: “Han sido víctimas del franquismo durante cuarenta años, y hoy son víctimas de la democracia”.  Muchos desaparecidos siguen teniendo a día de hoy sentencias condenatorias que no han sido revocadas. Y Benaiges continúa teniendo en su expediente una baja en el escalafón y la destitución definitiva de su plaza, “cuando tendrían que revisar todo esto”. “Benaiges era un agitador, un auténtico militante, un hombre de progreso”. Y ahora volvemos a estar con el foco puesto en los maestros, “ahora también son un grupo muy maltratado”. Él fue una víctima del franquismo, pero “los familiares continúan siendo víctimas, víctimas de la democracia”.

En Bañuelos y en los pueblos de aquella zona, en todos los pueblos similares, los familiares de desaparecidos “continúan siendo apestados. Es el hijo del rojo. A muchos los desterraban; auténticos indigentes por sus ideas políticas”. No ha habido ningún tipo de reparación, de justicia, tampoco en democracia. Ni siquiera con el PSOE, “y mira que tienen militantes en las fosas…”

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Bernal: «Éstos no son ni vencidos; directamente no han existido»[/four_columns]

A todo esto hay que añadir lo que supone una desaparición. “No solamente lo borran del mapa, sino que después lo hacen también en los expedientes; los borran de la memoria. […] Estos no son ni vencidos. Directamente no han ni existido. Quería hacer un trabajo sobre los desaparecidos, todas estas personas que no han podido hacer su duelo, personas que no tienen ni una placa, ese abandono…”

El miedo es una constante que se repite en cada nuevo episodio de recuperación de la Memoria. “Mi miedo se ha ido moderando. Cuando montas las exposiciones en según qué sitios piensas A ver si voy a tener un susto. Me dejan cada perla en los libros de visitas…” Pero afirma que son casos excepcionales. “Lo que más noto es el desamparo. El olvido, el abandono. Más que el miedo es la resignación”. Muchos familiares se dejan llevar por esa resignación con un pensamiento: No he hecho nada. Mataron a mi padre y ha sido un desgraciado toda la vida. “Lo he vivido pocas veces”, afirma Bernal, “pero incluso he sentido el rechazo del familiar hacia su desaparecido. Tu padre fue injustamente asesinado y luego tú has sido un desgraciado toda la vida, señalado con el dedo; y no has podido llegar a lo que querías, y te han machacado cuando eras pequeño y te ha marcado para toda tu vida. Pero de eso, tu padre no tiene la culpa”. Ha sido un sistema totalmente injusto, fascista, el que ha provocado todo esto. “Tu familiar tenía algo mejor”.

Se cree que en la fosa de La Pedraja está Antonio Benaiges, pero ningún resto ha sido identificado como suyo. Su memoria se ha restituido, sus huesos no…

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About Mónica Solanas

"Nací con un lápiz y una libreta en una mano, mientras con la otra arrastraba algún libro. La curiosidad hizo el resto." Mónica Solanas ha trabajado de muchas cosas, pero es ante todo periodista. También enseña (o "ayuda a aprender", como le gusta afirmar) en nuestra escuela de comunicación libre. Si te ha gustado este artículo, no te pierdas su blog.

There are 6 comments

  1. Cristina

    Impresionante el trabajo de investigación y documentación que hay detrás de este proyecto. Felicidades y gracias por seguir recuperando la dignidad de esta gente injustamente asesinada y desaparecida.

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