Es el título del trabajo fotográfico de Daniela Frechero que se inaugura hoy en la Central del Circo dentro del Festival Besmina y que homenajea la ardua tarea que hay detrás de esta fábrica de risas.
Por AITOR FERNÁNDEZ > Seguir a @dcuenta
Miss Light | Foto: DANIELA FRECHERO (Y como por arte de circo)
[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Me quedé atrapada por las risas, la libertad, la vida nómada, el sacrificio y la entrega que hay detrás del circo«[/four_columns]
El circo, el arte milenario donde día a día se “fabrican risas y sonrisas”, es un tema recurrente para la fotografía por ser tan espectacular. Pero en esta ocasión ha sido enfocado de una forma diferente por la fotógrafa Daniela Frechero, que lo mira en otra dirección. “Y como por arte de Circo” es un homenaje al arduo trabajo al que se enfrentan diariamente los trabajadores detrás del espectáculo. “Colgar, plantar, armar, subir, iluminar, desenredar, escuchar…”, las tareas de los trabajadores del circo que no vemos durante el espectáculo, pero que son sin embargo los cimientos de la magia que todos hemos vivido al menos una vez cuando éramos niños y al menos otra, cuando uno es ya adulto y quiere ver disfrutar a los niños que ahora forman parte de nuestra vida.
Pero la mirada de Daniela va mucho más allá, pues ella ha escogido a un circo autogestionado. El “Domo Sapiens Circus” le ha permitido no sólo vivir el circo desde dentro, sino también conocer las dificultades y las ventajas de la misma autogestión. Atrapada por “las risas, la libertad, la vida nómada, el sacrificio y la entrega” de los trabajadores del mundo del circo, la fotógrafa nos ofrece imágenes sencillas en las que consigue pasar desapercibida: “Congelar esos momentos en los que todo juega a complementarse”, como ella misma lo expresa.
El esfuerzo que hay detrás de este reconocimiento se podrá ver en esta exposición, impulsada por el Espai Jove de La Mina y el Centre Cívic Besòs, que se inaugura esta tarde y finaliza el 30 de junio en la Central del Circo. La fotógrafa la ha dedicado a la memoria de Dani, un colaborador del “Domo Sapiens Circus” recientemente fallecido.“Y como por arte de circo, desaparecerá del escenario todo aquello que no se debe ver, pero que produce esa magia. Escenario vacío, luz, y que empiece la función.”