Decorador, artista, documentalista, escultor, arquitecto, Fabio de Minicis es inclasificable. Ha creado más de 30 alfabetos utilizando materiales inverosímiles y es el alma del concurso de tipografía ‘Lost & Font’ que este año celebra su segunda edición. Nos recibió en su taller y charlamos acerca de una pasión que lo persigue allí donde esté, las letras.

Por VERÓNICA TARANILLA >Seguir a @vtaranilla

Fabio juega con los diferentes objetos en los que encuentra material para sus alfabetos. En la pinza-pendiente nos contó que hay una M, un 8 y un 9. | Foto: VERÓNICA TARANILLA

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¿Quién es Fabio de Minicis?

Ante todo intento ser persona. Fui documentalista. No me considero artista porque artista es una palabra con una letra A mayúscula muy grande.

Tienes un proyecto de creación tipográfica que se llama Lost & Font. ¿Nos explicas un poco en qué consiste?

Lost & Font es un sueño hecho realidad. Le llamo mi hijo mayor. Y está empezando a dar sus primeros pasos, está gateando. He querido compartir los alfabetos y los hallazgos con la gente y por eso se me ocurrió crear un concurso donde todo el mundo encuentre letras por la ciudad y participe en este proyecto de alfabeto global.

¿Dónde encuentra letras la gente?

La gente las encuentra donde no hay letras ni números. Lo lindo de esto es que buscamos una letra que no está, la descubre cada uno, la mira, la fotografía, la envía y la comparte con un montón de gente. Otra forma de ver el mundo. Las cosas que nos rodean no solo nos rodean para lo que están. Nos vienen a decir cosas. Nos están comunicando cosas.

¿Las letras te persiguen?

¡Sí!

¿Por qué decidiste dejar el alfabeto de Lost & Font bajo licencia Creative Commons?

Porque considero que es de la gente, es un proyecto comunitario.

¿Cuál es tu letra preferida?

Todas me parecen mágicas porque si falta una no puedes comunicar. Pero la que más me gusta es la L.

¿Por alguna razón en particular?

Por LOVE.

¿Por qué recurres al reciclado de objetos para tu creación? Sabemos que tienes más de 30 alfabetos hechos con diferentes materiales.

Hay muchos factores. El primero, por cuidar el medio ambiente y darle una segunda oportunidad a un objeto obsoleto que te inspira para hacer una pieza. Más allá de todo eso, es materia prima válida para transformar y para hacer algo que quieres llevar a la realidad. Otra cosa que me parece muy importante del reciclaje es que es casi algo cultural. Tanto en Argentina como aquí, la gente se busca la vida. Y la gente piensa: ¿para qué voy a comprarme una mesita si he encontrado en la calle está muy guapa? Voy a pintarla, etc. Y así tiene su momento de creación y, además, la mesa que necesitaba en su casa.

Nuestro nombre realizado con el alfabeto de Lost&Font.

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom] Reciclando tenemos un momento de creación y además lo que necesitamos, en casa.»[/four_columns]

También tienes un alfabeto hecho con libros…

Sí, el ABC Book. Nació de un hallazgo muy cotidiano, muy doméstico. Todo el mundo tiene un libro junto a la cama o en la mesita de noche. Pues eso, me puse a leer un libro y en lugar de ponerle un separador, lo puse boca para abajo y al otro día, al despertarme, me encontré la erre minúscula. Y eso fue lo que me inspiró. Ahí dije, con libros puedo hacer letras y de esa manera, las letras salen del interior de los libros. Se manifiestan. Y con eso quiero explicar lo que siento. Siento que ese hallazgo me encuentra a mí para que lo haga. Me siento un medio y lo digo de corazón. Ese hallazgo está ahí para que yo lo ponga en valor. Porque, claro, un pedacito de tijera encontrado en la calle no tiene casi valor. Podría terminar en un vertedero, oxidándose. De esta manera, se convierte en una obra con un valor agregado. ‘Ya no eres una basura’.

¿Dirías que tu trabajo es algo así como realismo mágico?

No lo puedo decir yo. ¿Me preguntas si veo magia en lo que te estoy contando? Sí, veo magia. Mucha magia. Pero realismo mágico, estamos hablando de palabras mayores.

¿Valoramos lo suficiente la palabra como sociedad?

Creo que sí. Parece una utopía, una ingenuidad pero creo que sí. Porque si todos pensamos que sí, que tiene valor, terminará teniéndolo. Aunque hayan muchísimos ejemplos que tiren abajo mi teoría. Pero bueno, ahí estamos, ¿no?

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