Más de dos mil vecinos del barrio marinero vuelven a marchar para exigir el fin de la permisividad con el turismo incívico.

Por VERÓNICA TARANILLA >Seguir a @vtaranilla

Dos mil vecinos de La Barceloneta y otros barrios exigieron el fin del turismo invasivo. | Foto: AITOR FERNÁNDEZ

Una marcha de vecinos de la Barceloneta, acompañados por ciudadanos de otros barrios, se manifestó el sábado por la tarde para recordar al Alcalde de Barcelona, Xavier Trias, que la tolerancia con el turismo incívico se ha acabado.

Uno de los portavoces de la organización explicaba que están hartos del turismo de ‘low cost’ que viene a Barcelona solo a emborracharse y no respeta el descanso de los vecinos. Ha explicado que los actos que llaman incívicos son muy variados y van desde escuchar música a volúmenes muy altos, pasando por hacer sus necesidades fisiológicas entre los coches, hasta tener sexo en la vía pública.

Ha considerado «una simple medida cosmética» la clausura de algunos pisos realizada después de la reunión mantenida la última semana con el Alcalde y la Regidora del distrito.

Como primer responsable de esta situación ven al gobierno de la ciudad que no ha sabido parar a tiempo el desborde de un tipo de turismo invasivo e irrespetuoso que arrasa con la tranquilidad y señas de identidad del barrio.

Finalmente, ha aclarado que no descansarán hasta lograr su objetivo, vivir tranquilos.

La movilización, de ambiente pacífico y familiar, ha recorrido las calles hasta llegar a la Plaza Sant Jaume. En el camino, se ha cruzado con la Segunda marcha educativa que llegaba a Barcelona después de haber recorrido a pie, desde el 23 de agosto, el trayecto que va desde Girona hasta la Ciudad Condal. En el encuentro de ambas columnas se han gritado consignas a favor de la solidaridad y unión de los respectivos reclamos.

Los vecinos de la Barceloneta reivindican que la identidad del barrio se aplasta con el turismo masivo. | Foto: AITOR FERNÁNDEZ