Los vecinos de la localidad tarraconense de La Aldea inician movilizaciones en respuesta a la negativa de una cooperativa de crédito a desbloquear sus cuentas bancarias.
Por JORDI MORALES
Fotografías de ROSER ARQUES
A finales de 2011 se conocía la noticia: la sección de crédito de la cooperativa agrícola de la Aldea (un pueblo 4376 habitantes de la provincia de Tarragona) había quebrado. Como consecuencia, más de 3.000 personas que históricamente habían confiado sus ahorros y gestionado sus necesidades de crédito a través de la “Sección de Crédito de la Cooperativa agrícola de l’Aldea”, vieron bloqueadas sus cuentas bancarias. Un auténtico corralito que, a día de hoy, sigue sin solucionarse para la mayoría de los afectados. La opaca gestión de una gerencia con excesivo afán de crecimiento, la competencia de otras entidades financieras y la nula supervisión de los poderes públicos han hecho que, siete meses después, y a pesar de la mediación y las promesas del Govern de la Generalitat, la mayoría de los afectados sigan sin poder disponer de su dinero.
Como respuesta a esta situación los vecinos han empezado a organizarse. Javier García, uno de los proveedores de la Cooperativa, acampó delante de la entidad durante 15 días iniciando una huelga de hambre que abandonó el viernes pasado. El 15 de junio una manifestación de afectados cortó la carretera nacional 340. A ella se unieron diferentes colectivos del territorio que, al grito de “Bankia rescatada, La Aldea arruinada” o “si esto no se apaña: caña, caña, caña”, demostraron su solidaridad con los afectados a la vez que denunciar el actual golpe de estado financiero que estamos sufriendo los países de la Europa periférica.