Esta foto de João Tabarra tomada en 1994 podría representar lo que es Europa a nivel institucional en estos momentos:
Un anciano solo, de vacaciones, desconectado de la realidad mientras todo se hunde.

Por VERÓNICA TARANILLA >Seguir a @vtaranilla

La imagen de Joao Tabarra que inspiró el artículo de la periodista (Del proyecto «Portugueses na Europa», 1994)

[four_columns alpha=»0″ omega=»0″][dropcap_custom]»[/dropcap_custom]Lo que le pasa a un ser humano le pasa a toda la humanidad. Hagámonos responsables»[/four_columns]

Días atrás vi una foto de Joao Tabarra donde aparecía un señor mayor en la piscina de un hotel alzando una banderilla de la Unión Europea dentro de un flotador. El personaje en cuestión está solo en el salvavidas y mira a la cámara con cara de circunstancia, sus únicas acompañantes son dos tumbonas. La foto, que fue tomada en 1994 ( casi a modo predictivo) podría ser, a mi juicio, una magnífica metáfora de lo que es Europa  a nivel institucional en estos momentos:

Un Sr. mayor solo, de vacaciones, desconectado de la realidad que mira con cara de circunstancia mientras todo se hunde.

Pero más que decir ‘Todo’ debería decir Todos. Todos se hunden.

Se ha de ser bastante despistado para no saber lo que está ocurriendo con los refugiados en Europa en estos momentos. Por si aún queda alguien que duerme, mecido por las olas de las vacaciones, os cuento brevemente.

Miles de personas provenientes de Siria, Libia, Sudán, etc. se encuentran varadas en países de Europa intentando lograr un estatus de refugiado. Otros miles pierden sus vidas cruzando el Mediterráneo (creo que a estas alturas la mayor fosa común del mundo) en el mayor flujo migratorio registrado desde la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, en los despachos de los gobiernos de cada país europeo y en los de la Unión Europea, los señores que nos representan (teóricamente), a los que hemos elegido con nuestro voto, juegan a estirar la cuerda para ver quién logra recibir la menor cantidad de refugiados.

Amparados en sus respectivas crisis económicas, en su falta de memoria histórica, en su desidia burocrática, quieren sacar el problema fuera cuando ya está dentro.

Puedo imaginar lo que les cruza por la cabeza:

-Los que se hunden son ‘ellos’. Los otros, los que no son europeos. No nos compete, no podemos hacer nada más…

Estimados representantes del pueblo europeo, déjenme decirles algo desde mi humilde posición:

No nos engañemos, si ‘ellos’ se hunden, nosotros también. No físicamente, es cierto. Nos hundimos como sociedad, como pretendida civilización del primer mundo, como seres humanos. Estamos todos juntos en este gran barco llamado Tierra. No se ahogan solamente los niños sirios o sudaneses. Nos ahogamos todos. Abandonemos nuestra ilusión de individualidad. Lo que le pasa a un ser humano, le pasa a toda la humanidad. Hagámonos responsables, comenzando por lo que podamos y reflexionando en el momento de ejercer nuestro derecho de voto.

Si no lo hacemos, ¿dónde encontraremos la humanidad que nuestros llamados representantes nos han robado haciéndonos creer que no se puede hacer nada, que está fuera de la cuota migratoria, que el problema es un daño colateral de una situación en la que no tenemos responsabilidad?