«Matriarcados» es un proyecto vital de la fotoperiodista y antropóloga Anna Boyé en búsqueda de las últimas sociedades donde las mujeres gobiernan, organizan el trabajo y disponen el cumplimento de la Ley. Es un proyecto que provoca reacciones muy diversas, pero sin duda esencial para conocer nuevos horizontes. «Es como si estos colectivos hubiesen sobrevivido» -comenta Boyé- «para pasar el testigo a una sociedad moderna que ha situado de nuevo a la mujer en el centro de la vida».

Un proyecto de ANNA BOYÉ > Seguir a @dcuenta

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Vino el sábado pasado a visitar nuestra escuela en una conferencia abierta. Llenó la sala -en un 90%, de mujeres-, provocó todo tipo de reacciones y contestó todo tipo de preguntas, curiosamente, las menos fueron sobre fotoperiodismo. Afirmó que no estaba a favor ni en contra de estas sociedades, que ella sólo las había visitado para conocer otros modos de vivir y de pensar. Y que de este modo lo sigue haciendo en otros lugares. ¿Funcionaría el mundo mejor si gobernaran las mujeres? Muchos teóricos concluyen que sí, pues las mujeres, en general, tienen más reparos en enviar a sus hijos a las guerras. «Las mujeres tenemos una fuerza magnífica, una fuerza política que vive en las casas», afirmó Anna Boyé en un momento de la conferencia. Grande, también, como la grandeza del buen fotoperiodismo, el que hace llegar otro tipo de propuestas para revolver y replantear las nuestras.

Matriarcados

La isla de las mujeres. Archipiélago de las Bijagós. Guinea Bissau. En la isla de Orango Grande, en el archipiélago de las Bijagós, frente a la costa de Guinea Bissau, hay una tierra donde las mujeres tienen toda la autoridad, donde se organizan en asociaciones que gestionan la economía, el bienestar social y la ley. Son ellas las que dirigen, aconsejan, distribuyen los recursos y gobiernan, se las respeta como dueñas absolutas de la casa y de la tierra.

La tierra de las hijas. Lago Lugu. China. Hay un lugar en China, a orillas del Lago Lugu, en que las hijas son bien recibidas. Un regalo que hace a la familia más grande y poderosa. Entre las provincias de Yunnan y Suchuan, vive una pequeña comunidad, los mosuo, donde las la mujeres administran los bienes, organizan el trabajo y gobiernan. No existe la figura del marido. Ellas se unen por amor con hombres que las visitan de noche. Los padres no tienen ninguna responsabilidad sobre los hijos, que vivirán siempre en el clan materno.

Las poderosas mujeres de Juchitán. Sur de México. En Juchitán, al sur de México, en el istmo de Tehuantepec, el comercio y los negocios están en manos de las mujeres, indias zapotecas, que controlan la vida económica de la ciudad. Poseen costosos trajes artesanales y joyas de oro que heredan de madres a hijas. Son reconocidas en todo México por su inteligencia, valentía, habilidad y audacia. Aquí, los hombres apenas se notan. Sin embargo, en Juchitán de Zaragoza conviven bajo el mismo techo un matriarcado y un patriarcado.