En nuestro curso de Iniciación a la Fotografía queremos que los alumnos aprendan técnicas básicas para conocer su cámara y sacarle el máximo rendimiento, pero también apostamos por incentivar su creatividad. Un buen ejemplo son las fotografías iluminadas a contraluz.
Algunos trucos sencillos para hacer fotos de siluetas
Por MÓNICA SOLANAS | @monicontomate
«Caballo a contraluz», de Juan Gatti. El afamado fotógrafo argentino tiene una excelente serie de imágenes con la luz en contra.
Tal vez deberíamos empezar por tener claro qué es un contraluz: son esas imágenes en las que aquello que fotografiamos se interpone entre nuestra cámara y la fuente de luz (da igual que esta sea natural o artificial). Tened en cuenta que esto es muy básico, existen esquemas de iluminación para conseguir diferentes efectos de contraluz. Pero lo que queremos es transmitiros unas nociones sencillas para que os animéis a coger la cámara.
Retomemos el hilo. Cuando hagáis este tipo de fotos, al tener la fuente de luz detrás del sujeto o del objeto que vais a fotografiar, obtendréis una imagen en la que se verá una silueta negra (o muy oscura) recortándose en un fondo que será perfectamente nítido, o por lo menos estará iluminado.
Esto también favorecerá la nitidez de la silueta, y todos los detalles o resaltes se verán con mucha perfección. Para ello, tendréis que hacer que vuestra cámara mida la zona del encuadre con la iluminación más clara. Y esto es imprescindible para conseguir una buena silueta.
No olvidéis disparar sin flash. Puede parecer una perogrullada que lo remarquemos, ¡pero peores despistes hemos tenido! Si vais a hacerla con luz natural, probad cómo varían los efectos que provoca el sol a diferentes horas del día. Desde luego, no tiene nada que ver la luz del sol de media mañana con la del amanecer o la del atardecer.
Jugad también con la profundidad de campo. Cuanto mayor sea, mejor definidos aparecerán el fondo y la silueta.
Simplificad: no queráis hacer fotos con muchas siluetas. A lo peor se mezclan y resulta que no se entiende lo que estáis fotografiando.
En este tipo de fotos es interesante optar por objetos o sujetos que tengan una silueta fácilmente reconocible. ¡Pensad que sin luz no hay información! Por ejemplo, si queremos hacer una silueta de una persona es recomendable situarla de perfil. Eso da más información que una espalda o un cogote.
Layout clásico de iluminación a contraluz
Pero, ¿qué quieres contar con el contraluz?
Aunque sobre esto de dar información, pensad también qué es lo que queréis contar con estas imágenes. Bueno, con estas y con todas. Pero a lo que íbamos. Tened en cuenta qué efectos queréis provocar en quienes vean vuestras fotos. Y aquí entra en juego un espectro amplísimo de sensaciones y emociones, de historias explicadas con luces y sombras, de apariencias y de sutilezas. A lo mejor queréis que la información de vuestra silueta sea muy clara. No hay problema, ¡que aparezca perfectamente iluminada!
Tened en cuenta que un contraluz también puede ser con el objeto o el sujeto bien iluminados ―es decir, que en la imagen no veremos una silueta negra o muy oscura―, pero recorridos o enmarcados por una línea de luz. Aunque no lo parezca, este tipo de imágenes también son a contraluz. ¡Recordad que se trata de interponer el objeto o el sujeto entre la cámara y la fuente de luz!
En este tipo de contraluces podéis hacer otros juegos con la profundidad de campo. Ahora ya no tendréis una silueta negra, con lo cual puede ser interesante restar información del fondo para dársela al sujeto o al objeto que estamos fotografiando.
También son interesantes los efectos que provocan las imágenes a contraluz con objetos traslúcidos. Una copa de vino blanco, un vestido sedoso, unos cubitos de hielo, los pétalos de alguna flor, una cristalera coloreada… Probadlo, buscad objetos de este tipo, ¡podéis hacer unas fotografías muy resultonas!
Los bodegones de botellería y cristalería se pueden iluminar con la luz en contra. Práctica de plató en nuestra escuela.