Llevamos siguiendo al fotoperiodista Marc Sanyé desde que pasó por nuestra escuela. La elección sensible y acertada de sus temas siempre nos ha apasionado. Narró de forma comprometida las migraciones en las diferentes fronteras europeas, por lo que recibió diversos reconocimientos, entre ellos, el Premio de Fotoperiodismo DateCuenta, que se otorgó durante tres años. Se enfrentó de forma sensible a la pandemia del Covid y, desde hace dos años, trabaja documentando la sequía en un proyecto más necesario que nunca. Catalunya lleva 38 meses sin una lluvia regular. Esta semana se declarará la emergencia por sequía en Catalunya, que dispone solo del 16% de las reservas.
Por AITOR FERNÁNDEZ | @AITORRFE
Fotografías de MARC SANYÉ | @MARCSANYE_
Marc Sanyé: «Hasta que no abramos el grifo y no salga agua, no seremos conscientes»
¿Crees que se habla suficiente sobre el problema del agua que estamos viviendo en Catalunya?
La gente no es plenamente consciente de lo que tenemos encima. Hasta que no abramos el grifo y no salga agua, muchas personas no lo verán. A los medios también les está costando apostar por el tema. Y es grave. Por ponerte un ejemplo, el pantano de Sau, la referencia de la sequía en Catalunya, está al 5% de su capacidad. Nunca en la historia ha estado tan bajo.
Y la perspectiva tampoco es alentadora, ¿verdad?
No nos basta con días puntuales de lluvia. Ahora necesitaríamos un mes, o meses, de lluvias continuadas, y eso no se ve en una previsión a medio plazo. Es preocupante.
Tu trabajo sobre el agua es muy íntegro. No solo vemos pantanos vacíos y ríos secos, también agricultores cerrando compuertas o personas pidiendo que llueva en una procesión.
Comencé por pantanos y ríos, visualmente es donde más se ve la sequía. Hay un pantano muy desconocido que es el de Olost. Este pantano esta al 0%. Este pantano abastece de agua a la población de Olost, que ya depende de cubas de agua desde hace meses.
Ahora trabajo más en cómo está afectando la sequía a la ganadería y a la agricultura. Hay agricultores en Lleida están tirando centenares de toneladas de fruta porque el frutal no puede alimentar a toda la fruta. Hay ganaderos del Lluçanès que no pueden plantar pasto y dependen de pienso industrial. Todo esto hará que suban los precios.
La población de Perelada, una de las poblaciones más afectadas por la sequía, salió en procesión para pedir lluvia. Sacaron un Cristo que hacía centenares de años que no salía a la calle. Son estampas que impresionan.
«Se ha hecho una mala gestión del agua»
¿Cómo hemos llegado a esto?
Como sigo investigando las causas, todavía no tengo una opinión formada. Una de ellas es, sin duda, la mala gestión política que se ha hecho, tanto del agua como de las infraestructuras, de la poca inversión. Pero también, y estoy pendiente de contrastarlo, hay causas meteorológicas. Existe una barrera que se ha creado en los Pirineos que no deja pasar las lluvias.
Es un poco distópico todo.
En Catalunya llevamos 38 meses sin una lluvia regular. No llueve menos, si no mucho menos de lo habitual.
El gobierno catalán pedía hace unos días implicación del gobierno central por si se necesita un trasvase. ¿Qué piensas de la gestión política de la sequía?
Sin ser un gran experto, pienso que es delirante. Hablan de traer agua en barcos desde lugares donde no abunda el agua, en vez de hacer una gestión del agua aquí. Quizá ahora se están dando cuenta del alcance del problema y empiezan a hacer cosas que se debían haber hecho mucho antes.
En el pantano de Sau se montó un dispositivo para sacar a todos los peces porque el nivel era tan bajo que no había oxígeno para que vivieran. Se destinaron millones de euros, pero fue un operativo totalmente fallido. Incluso yo tuve problemas para fotografiarlo. Tengo la sensación de que se van dando palos de ciego.
Marc Sanyé: «Si queremos atrapar la atención, hay que encontrar otras maneras de explicar las cosas»
Valoro mucho tu trabajo porque tus imágenes no solo son impactantes, también explican cosas. ¿Qué dificultades a nivel gráfico te encuentras para hacerlo?
En mi trabajo personal, como me siento más cómodo es en temas a largo plazo. A veces sí te encuentras con el problema de cómo lo explicas. Con los ganaderos del Lluçanés, por ejemplo, tenía que encontrar la forma de cómo explicar que el pasto no crece lo suficiente. Recuerdo que hice una fotografía del ganadero, de rodillas, mirando la altura del pasto. Pero esa foto no funcionaba. Le di vueltas, hablé con compañeros, y llegué a la conclusión de que quizá la mejor manera de explicarlo era coger un trozo de tierra y hacer una fotografía de estudio con una regla al lado. Estoy tratando de encontrar otras maneras de explicarlo.
Quizá el fotoperiodismo estaba muy encasquillado en un tipo de “fotografía de acción” y ahora se están encontrando maneras de contar historias.
Creo que aquí tenemos que hacer un esfuerzo. Al final hay que explicar y transmitir.
¿Cuándo el fotoperiodismo puede mover a la gente?
Yo soy pesimista en este sentido. Tenemos muchas cosas que nos distraen hoy en día. Quizá el camino es encontrar otros caminos para explicar las cosas y atraer la atención. Pero no es fácil.
Tú pasaste por la escuela gracias a una beca, aunque ya eras fotoperiodista. Desde entonces has aprendido muchísimo. ¿Qué consejo le darías a las personas que se empiezan a interesar por la fotografía?
Dos cosas básicas. Una, formarse, con cursos, talleres, visionados. Yo tengo 47 años y sigo formándome. En todos los lugares he aprendido muchísimo. En DateCuenta también, con los docentes y compañeros, con los que seguimos en contacto. En esta escuela coincidí con personas jóvenes con nuevas maneras de ver las cosas. La otra, pisar la calle. Si te interesa un tema, a por él, que lo trabajen a fondo. No vale con quedarse a casa, si hoy no puedes vender esa foto, sigue, al final el trabajo saldrá.
Marc Sanyé, creo que es muy valiente que hayas elegido este tema. Ojalá sirva para concienciar a la gente y que fuerce al gobierno a tomar medidas. Te deseo mucha suerte, pero estoy seguro que dará muchas vueltas.
¡Gracias también a vosotros! Es un trabajo de futuro porque no cambiaremos la forma de pensar inmediatamente.