La Fundación FotoColectania cubre las paredes de su nuevo espacio, inaugurado el pasado mes de marzo, con el trabajo de Arthur H. Felling, Weegee. Hasta el próximo domingo 5 de noviembre, quienes se acerquen al amplio local, ubicado en los Porxos de Fontseré del barrio del Borne, se encontrarán rodeados de las imágenes y los textos del fotógrafo que iba tras el crimen.

Últimos días para descubrir a Weegee como él quiso darse a conocer al mundo

Weegee se convirtió en un mítico fotógrafo al llegar a la escena del crimen antes que la policía

Weegee se convirtió en un mítico fotógrafo al llegar a la escena del crimen antes que la policía | FOTO: Aitor Fernández

Por MÓNICA SOLANAS | @monicontomate
Fotos de AITOR FERNÁNDEZ | @aitorfe

«Es un personaje tan potente que quisimos darle el protagonismo al propio Weegee. Es cierto que sus fotografías han sido objeto de muchas exposiciones, organizadas por comisarios con miradas muy diferentes. Desde FotoColectania nos gustaba la idea de ser transparentes y mostrar a Weegee como él quiso darse a conocer al mundo, con su selección de fotografías publicadas y con sus propios textos.»

Irene de Mendoza tiene claro que en una fundación las personas son el motor del proyecto, algo que se ve en la implicación de cada una de ellas. Y eso es precisamente lo que nos muestra. De Mendoza es directora artística «entre otras muchas cosas, porque somos un equipo todavía mediano». Junto a Mercè Giralt, el motor responsable de coordinación de exposiciones, actividades y del programa educativo, nos acompañan a través del trabajo del fotoperiodista ucraniano.

«Weegee nos gusta hace mucho tiempo», afirma de Mendoza. «De hecho, hace unos diez años presentamos una pequeñísima selección de sus fotos, gracias a la relación que existe con los suizos Michel y Michèle Auer, grandes coleccionistas a nivel internacional. Sabíamos que tenían esta colección, extensísima, de unas 250 imágenes. Ahora, en el nuevo espacio y en esta nueva etapa, era el momento de traerla.»

Lo que empezó siendo un trabajo destinado a ser publicado en prensa ha acabado siendo objeto de exposiciones en espacios muy diferentes, también en FotoColectania. «Weege representa muchas cosas», señala la directora artística. «Los cambios nos animaron a repensar por dónde debía continuar el proyecto. Estamos convencidas que la fotografía tiene muchos mundos y ámbitos, como demuestra la obra de Weegee».

«La idea fue poner en paredes sus propias palabras», explica Mercè Giralt. «Él se explica a sí mismo a través de sus libros. No hay textos curatoriales escritos por un comisario, sino que los textos que acompañan a la exposición están sacados de su autobiografía. Lo realmente interesante es el personaje». En su autobiografía, Weegee explica cómo emigró con su familia a Nueva York cuando era pequeño. «Ya entonces era un personaje con mucho carácter, con mucho empecho y decisión», apunta Giralt. «Sabía lo que quería. Dejó la escuela porque tenía otras cosas mejores que hacer. Empezó vendiendo periódicos y caramelos en la calle, más tarde alquiló un poni para fotografiar niños subidos a él». Además de ganarse la vida, fue «su primer trabajo remunerado vinculado a la fotografía», matiza de Mendoza.

[ctt template=»9″ link=»Ea06I» via=»yes» nofollow=»yes»]Wegee empezó a ganarse la vida como fotógrafo alquilando un poni para fotografiar niños subidos a él[/ctt]

Su trabajo como positivador en prensa se nota en sus copias fotográficas. «Es algo que queremos destacar: más allá de la potencia que tiene, Weegee sabía fotografiar en circunstancias muy adversas. Pero también era muy buen laboratorista, sabía procesarlas». Fotografió muchos incendios: sus imágenes recogen personas sufriendo, en medio de la noche, ante edificios envueltos en llamas. «Fotografiar en esas condiciones es un reto. Y no es un trabajo exclusivo de toma fotográfica: también de revelado. En estas fotos pueden verse todos los detalles de lo que está pasando.»

La cámara de Weegee

La cámara con la que trabajaba Weegee no era precisamente cómoda | FOTO: Aitor Fernández

El famoso desconocido a través de sus libros

En sus libros hay muchas más fotografías, pero la exposición se limita a algunos de los capítulos. Empieza con «los durmientes, fotografías hechas en escaleras de incendios. Weegee sabía que iba a encontrarles allí porque él había dormido allí«, comenta Irene. Weegee es el fotógrafo que retrata sucesos violentos y dramáticos, pero siempre encuentra un punto cómico. Utilizaba los pies de foto para explicar qué había fotografiado.

«Hemos distribuido el espacio en relación a los libros», indica Mercè Giralt. «En las paredes que dan inicio a la exposición están sus dos grandes obras, las que le dieron la fama». Se refiere a Naked City (1945) y Weegee’s People (1946), en los que trató la fotografía nocturna a través de incidentes, incendios o intervenciones policiales.

Tras el reconocimiento obtenido con estos dos títulos, Weegee cambia la perspectiva de su trabajo. Además de Naked Hollywood (1953), «un encargo directo con el que no acaba de sentirse cómodo como fotógrafo», publicó Weegee’s Creative Photography (1964), donde empieza a experimentar de manera creativa con la cámara. Posteriormente, con Weegee’s Creative Camera (1959) introduce el uso de la cámara de infrarrojos para hacer fotografías en la oscuridad. «Esta serie es muy interesante», remarca Giralt, «son imágenes de personas en el cine, en teatros, muchas veces dormidos, inconscientes de que están siendo fotografiados.»

«Los libros son una maravilla», subraya de Mendoza. «Tenían que estar en la sala, así que los hemos filmado». Una pantalla de televisión, ensamblada en un escritorio lateral, proyecta la filmación del libro, lo que hace que la veamos como si fuera un libro abierto encima de una mesa. En la filmación, las hojas van pasando una a una, con un ritmo que permite al espectador ver sus páginas con calma. «Nos interesaba mostrar cómo Weegee editaba sus libros. Él hizo la puesta en página, los comentarios, las maquetas, todo. Es una maravilla, como una novela visual

[ctt template=»9″ link=»p5h6L» via=»no» ]El mito del «primer paparazzi»: Wegee llegaba a la escena del crimen antes que la policía y revelaba sus imágenes en el maletero de su coche[/ctt]

Sobre Weegee cuesta encontrar material fotográfico, «pero es un personaje muy influyente en el mundo del cine», aclara Irene de Mendoza. «Su estética, los temas que trataba, él mismo como personaje, han inspirado a muchos cineastas. Es el primer paparazzi«. Coincidiendo con la exposición, durante el mes de julio organizaron un ciclo de cine en la Filmoteca, vinculado a la figura de los paparazzi: The Public Eye (El ojo público); L. A. Confidential (película en la que Danny Devito hace el papel de Weegee); Roman Holiday (Vacaciones en Roma); y Life. «Hay una película reciente», indica de Mendoza, «Nightcrawler (Primicia mortal). El protagonista no es Weegee pero sí refleja el mismo proceso de trabajo: llegar el primero a la escena del crimen para tener las imágenes«.

fotografía escalera de incendios Weegee

Weegee sabía que iba a encontrar a vecinos durmiendo en escaleras de incendios porque él había dormido allí. | FOTO: Aitor Fernández

Leer fotografía

El trabajo de Weegee refleja emociones agridulces: la sonrisa del vecino que ha salvado su violín a la vez que el dolor de la mujer que ha perdido a su hija y a su nieto. «Lo que vemos en sus imágenes es también lo que él ha vivido, por eso sus fotografías tienen esta fuerza. Lo que captan no es falso, es la pura realidad», observa Giralt, «ha llorado y ha reído con esas personas». Y sabe mostrar «cómo un acontecimiento se vive con tantas emociones diferentes en una sola escena», matiza de Mendoza. «También hay debates sobre si Weegee retocaba la escena antes de hacer las fotos.»

«Es un tema muy interesante», continúa Irene. «La fotografía va vinculada a la idea de lectura de la imagen y al contexto donde se presentan las imágenes. Hoy los niños nacen rodeados de imágenes, se comunican con ellas. A nivel educativo nos planteamos enseñarles la herramienta y sus contextos, más que a leer imágenes. Contextos donde se crean fotografías, sea un fotógrafo o no, donde circulan, donde se reciben. Debemos aprender y ser conscientes de todo ese circuito para tener una respuesta crítica frente a una fotografía»

«Este debate en el ámbito del fotoperiodismo no puede ser el mismo que en el de la creación artística: son mundos diferentes y por tanto no hay una respuesta única. Ahora, en certámenes de fotoperiodismo, en los que si hay un mínimo retoque con photoshop determinan que ya no refleja la realidad… Creo que son debates estériles. Las herramientas están ahí, son los usuarios quienes deben ser responsables de reconocer hasta qué punto engañan o no. Es normal que queramos saber si hay retoque, pero lo importante es qué significado tienen esas fotografías en la conciencia social colectiva. Si la cambia es que la imagen ha desempeñado su función.»

Nos explican que están en pleno proceso de lanzamiento de ImagenRed, «un espacio de acción visual que quiere estimular el pensamiento crítico propio», como explican en su web. Con este programa educativo amplían su enfoque formativo a través de exposiciones o talleres a un proyecto de colaboración con centros educativos. «Estamos muy ilusionados, no solo en cuanto a contenidos sino también por el formato y la propuesta, muy innovadora y vinculada al mundo de la imagen y de la fotografía. Qué está pasando con la avalancha de imágenes que se crean, que circulan, que se consumen.»

Marc Sune premio fotoperiodismo datecuenta

Nuevo espacio, nuevos enfoques

La Fundación se encuentra alojada en la antigua Comercial de Guarnicionería. «Hemos adaptado el espacio», comenta Mercè, «pero hemos restaurado todo: mobiliario, biblioteca, formas, zonas. Queríamos que fuera muy accesible y fácil de encontrar. Y el entorno es, culturalmente, el más idóneo.» Irene destaca que «como cualquier fundación, intentamos estar muy conectados con la sociedad. Queremos ser un proyecto útil a la sociedad

Su próxima exposición es un reflejo más de este espíritu. Total Records. Vinilos y fotografía, «un recorrido fotográfico a través de las portadas de vinilos más icónicas del siglo XX», anuncian en la web. «Ha sido increible descubrir la cantidad de fotógrafos que han participado en el mundo de los vinilos». Creen que es una manera de evitar encasillamientos, mostrando de una manera muy diferente qué es también fotografía.